viernes, 26 de abril de 2013

Pelusa una osa graciosa


Pelusa, una osa graciosa
 
Mónica Esparza Patiño


Había una vez una osa muy graciosa llamada Pelusa, a quien le
encantaba llevar alegría y diversión a todas partes. Los animales del
bosque la querían mucho y siempre le decían:
- Pelusa, con tu alegría contagiante has cambiado mi vida.
- Pelusita, que feliz me haces cuando te ríes así.

Pasaban los años y pelusa se quedaba igualita, no envejecía ni
aparecían en su rostro arrugas, tampoco se enfermaba, al contrario,
era muy sana y tenía mucha energía.

Todos estaban extrañados con Pelusa y no se explicaban cual era el
secreto para la juventud eterna.

Un día pelusa haciendo sus muecas y bromeando como siempre les comentó
entre risas y carcajadas.

- Saben por qué yo siempre sigo igual y no envejezco.
- No sabemos, dijeron todos en coro.
- Lo que pasa es que yo siempre estoy alegre y la alegría es el
alimento para el alma que se refleja en mi juventud, así mismo, es la
mejor medicina para mi cuerpo por lo que ando bien de salud.

Desde aquel día todos los animales empezaron a imitar a Pelusa y en el
bello bosque todos vivieron jóvenes y sanos con desbordante alegría en
sus corazones.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario