El corazón de mamá
Mónica Esparza
Dos niñas le regalaron a su mami un corazón de oro por el día de la madre.
- Sabemos que tu corazón vale más que todo el oro del mundo mamá.
La mamá era muy buena y las quería con todo su corazón.
Cuando la mamá envejeció les devolvió el regalo a sus hijas ya jóvenes
y les dijo:
Partan en dos el corazón, una mitad para cada una y hagan de ello un buen uso.
Las jóvenes pensaron en comprarse una casa, un caballo, un perro e
irse de viaje, pero luego recapacitaron e hicieron lo correcto.
Y fueron a repartir los pedazos de oro a gente necesitada, tocando de
casa en casa en la cima de una montaña.
Los aldeanos las recibieron con alegría y agradecieron la ayuda de las jóvenes.
- Muchas gracias por el oro, nos va a servir para pagar las medicinas
de muchos de nuestros aldeanos, dijeron. Y en agradecimiento les
obsequiamos una chacra en el campo que ya no usamos donde encontrarán
un caballo y un perro, no se preocupen por el pasaje porque nosotros
las llevaremos.
Las niñas entendieron que cuando uno da recibe más de lo que se espera
y que el corazón de una madre vale más que todo el oro del mundo.
Mónica Esparza
Dos niñas le regalaron a su mami un corazón de oro por el día de la madre.
- Sabemos que tu corazón vale más que todo el oro del mundo mamá.
La mamá era muy buena y las quería con todo su corazón.
Cuando la mamá envejeció les devolvió el regalo a sus hijas ya jóvenes
y les dijo:
Partan en dos el corazón, una mitad para cada una y hagan de ello un buen uso.
Las jóvenes pensaron en comprarse una casa, un caballo, un perro e
irse de viaje, pero luego recapacitaron e hicieron lo correcto.
Y fueron a repartir los pedazos de oro a gente necesitada, tocando de
casa en casa en la cima de una montaña.
Los aldeanos las recibieron con alegría y agradecieron la ayuda de las jóvenes.
- Muchas gracias por el oro, nos va a servir para pagar las medicinas
de muchos de nuestros aldeanos, dijeron. Y en agradecimiento les
obsequiamos una chacra en el campo que ya no usamos donde encontrarán
un caballo y un perro, no se preocupen por el pasaje porque nosotros
las llevaremos.
Las niñas entendieron que cuando uno da recibe más de lo que se espera
y que el corazón de una madre vale más que todo el oro del mundo.
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